16 de noviembre de 2016

COMUNICACIÓN EN FAMILIA

"Es imposible no comunicar"
(Watzlavick)



Cachorro humano

Los seres humanos comenzamos a comunicarnos desde el momento en que asomamos al mundo. 

La primera comunicación es a través del llanto, del tacto y el olfato, del movimiento. A través del contacto físico recibimos cariño y seguridad, recibimos la calma en momentos de intranquilidad, recibimos y trasmitimos nuestros estados emocionales.

La mirada y la sonrisa serán otras de las dos grandes conquistas comunicativas. Establecer contacto visual favorece el desarrollo cognitivo y afectivo. 

La capacidad de imitación será durante los primeros años una valiosa ayuda para el desarrollo general y en especial del lenguaje y la comunicación. Alrededor de los 12 meses comienza sus primeras palabras, tendrá unas 20 palabras a los 18 meses y alcanzarán entre 1000-1500 en el periodo comprendido entre los dos y los tres años.

La comunicación y el desarrollo del lenguaje van creciendo con el bebé de forma veloz. La comunicación no verbal nos acompañará toda la vida.

Dudas razonables

La magia de la comunicación ha comenzado. A partir de aquí:

¿Estamos los adultos preparados para la favorecer la comunicación?

¿Qué importancia tiene la comunicación no verbal?

¿Cómo podemos favorecer la comunicación con nuestros hijos e hijas?

¿Es lo mismo comunicación y lenguaje?

¿Qué debiera hacer/o evitar en la comunicación en familia?


¿Estamos los adultos preparados para favorecer la comunicación?


Es necesario tomar conciencia del valor socializador de la familia. Es el primer grupo social en el que van a moverse. De ahí la importancia de generar modelos y pautas adecuadas.

La familia es el entorno en el que experimentan los valores y los hacen suyos.

El ambiente y el clima emocional son claves para que se comuniquen

Si pretendemos que expresen y comprendan sentimientos propios y ajenos de forma adecuada se ha de procurar un clima de seguridad en el que se sepan escuchados, cuidando la proximidad, los abrazos, las expresiones de cariño. Los sentimientos negativos también deben emerger, sin ser juzgados. Los niños y niñas deben poder expresar tristeza, ira, frustración, miedo. Habremos de canalizar y favorecer “cómo” ha de expresarse pero no inhibir o censurar su expresión. Nuestra actitud en estas situaciones habrá de ser consoladora y empática.

¿Te identificas con alguna de estas expresiones?

“Los mayores no se enfadan”

“Los niños no lloran”

“Los que lloran no tienen amigos” 

“¡Cómo vas a tener miedo a eso! ¡Es una bobada!”

Desde nuestra posición adultocentrista, tendemos a descalificar, minimizar o ningunear las expresiones consideradas negativas de nuestras hijas e hijos, quizás porque nos incomodan.

Hemos de dejar espacio para el crecimiento personal a través de la escucha activa.

Comunicarse desde la afectividad implica aceptar sus sentimientos y permitir que los expresen, que los comuniquen.

Desde nuestra posición adulta, debemos dejar espacio para que comuniquen sus intereses, preocupaciones, experiencias, sensaciones.

Debemos hacerles saber que lo que comunican es importante para nosotros.

Debemos dejar espacio y tiempo para la comunicación con nuestros hijos e hijas.

Si queremos que se comuniquen con respeto, empatía, sinceridad… debemos practicar esa forma de comunicación.

Somos además, su modelo comunicativo. 


  • ¿Qué importancia tiene la comunicación no verbal?

Desde que Mehrabian formulase su conocida regla del 7%, 38%, 55% en que adjudicaba estos porcentajes, respectivamente, al impacto de las palabras, del tono –modulación-voz, y lenguaje corporal en la comunicación, todavía no hay un acuerdo sobre la importancia del lenguaje no verbal. Lo que sí hay es un consenso en cuanto a que la importancia de la comunicación no verbal es superior a la de la comunicación verbal, en términos generales.

Los elementos no verbales de la comunicación: gestualidad, expresión facial, tono, cadencia, modulación, uso de la mirada, intencionalidad comunicativa, postura y un largo etcétera trasmiten más que nuestras palabras y de una manera más impactante.

  • ¿Cómo cuidar entonces la comunicación no verbal?

Acércate y ponte a su altura siempre que sea posible. Mírale durante la comunicación.

Cuida tu expresión facial y corporal, que se ajuste a lo que quieres trasmitir, que sea cercana y afectivamente cálida.

Evita hablar atendiendo a otros estímulos (televisión, móvil, otras personas). Cuando te estás comunicando con tu hija/hijo, recuerda: ese espacio y ese tiempo es suyo.

  • ¿Es lo mismo comunicación y lenguaje?

Podemos hablar sin comunicarnos y comunicarnos sin hablar.

Cuando permaneces mirando al televisor mientras le dices: “¿Ya has acabado de leer el capítulo?”, en realidad lo que estás comunicando es “Me importa bien poco lo que estás haciendo, dime sólo si has acabado o no?” Si enfocas tu postura corporal, le miras a los ojos y realizas la misma pregunta, estás comunicando: “¿Cuéntame cómo va tu capítulo? Debe ser muy interesante.”

Recuerda siempre que el objetivo es la comunicación.

  • ¿Qué debiera hacer/o evitar en la comunicación en familia? ¿Cómo podemos favorecer la comunicación con nuestros hijos e hijas? 












Son vuestros hijos e hijas, quienes os van a dar algunas respuestas, y esperamos que también algunas preguntas. En este vídeo realizado en el Colegio, nos dan ellos ya unas cuantas pistas de reflexión:



No obstante, nos vamos a permitir un decálogo de la comunicación que nos ayudará.
  • Escúchame, mírame.
  • Respeta mi turno, no hables por mí. Pregúntame si quieres aclarar algo. 
  • Explícame las cosas, no des por hecho que no las entenderé. No me sermonees. Dame argumentos desde la afectividad. 
  • Vamos a crear espacios para comunicar en familia. La hora de la comida es un momento idóneo. ¡Cuidado: La televisión y los móviles no son un miembro de la familia!... Fuera de la mesa.
  • Comunícame tus experiencias, pensamientos, sentimientos. Así me ayudarás también a expresar los míos.
  • No me insultes, descalifiques ni etiquetes cuando te cuento algo que no te gusta. Eso hará que la próxima ocasión no lo haga.
  • Hazme saber que lo que digo te interesa,
  • Recuerda que la comunicación más eficaz se da en un ambiente de respeto y de silencio. Creemos espacios de complicidad comunicativa.
  • Disfruta de la comunicación conmigo.

Os dejamos este enlace. Es un pequeño libro para practicar comunicación:

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