22 de septiembre de 2015

CADA MAESTRO CON SU LIBRILLO

Llega el mes de septiembre y nos enfrentamos a un nuevo curso escolar donde tenemos que tener en cuenta los uniformes, materiales, horarios, maestro/a nuevo/a y los temidos libros de texto. Para muchas familias la inversión económica, conocida como la “cuesta de septiembre”, es muy elevada y pone en duda, un año más, la necesidad real de la existencia de libros de texto en las aulas. 


Partiendo del “gran acuerdo” en materia educativa en España, cambiando de leyes cada poco tiempo y favoreciendo, aparentemente, a las grandes editoriales para que hagan “su septiembre”, el cambio de libros es uno de los mayores debates a los que se enfrenta un claustro durante todo un periodo lectivo. 

Independientemente de la opinión que cada maestro tenga frente a esta forma de trabajo, sabemos que todos compartimos el objetivo de obtener los mejores resultados tanto académicos como personales y sociales de nuestros alumnos.

Existen multitud de posicionamientos en un claustro respecto a este tema. Podemos identificar a grandes rasgos tres  tipos de maestros dentro de las aulas de nuestros centros educativos. De ellos depende la metodología formativa de nuestros hijos y por tanto es bueno conocerlos.
  • El maestro chuleta: es aquel que utiliza única y exclusivamente las guías didácticas y sus libros correspondientes en su práctica docente. 
  • El maestro híbrido: su metodología se caracteriza por el uso heterogéneo de material proporcionado por las editoriales y sus propios recursos adecuados a la realidad del aula.
  • El maestro constructor: elabora todos los materiales didácticos que son necesarios para el desarrollo de sus clases, adecuando los mismos a la realidad del aula y a las características de sus alumnos.
En función del tipo de maestro que nos encontremos en las clases de nuestros hijos contaremos con una mayor o menor cantidad de libros. Esto no significa que un tipo de maestro u otro sea mejor o peor. Ni que los recursos didácticos sean buenos o malos, simplemente son factores que influyen directamente en la educación de los niños.



A estas características de los maestros, hay que añadir que todas las asignaturas no son iguales, ni requieren el mismo tipo de material de apoyo. En muchas ocasiones, las editoriales proporcionan recursos muy valiosos de apoyo para el Profesor: mapas para el aula, programas para pizarra digital, vídeos, materiales de audio, etc…, fruto del trabajo conjunto de muchos profesionales y que serían a veces difíciles de conseguir y sistematizar por parte del maestro.

En todo caso, la elección de libros de texto responde a unos criterios rigurosos tanto pedagógicos como metodológicos, éticos y estéticos. También se presta atención al coste económico y ecológico que pueda suponer y a la posibilidad de re-utilización de los materiales.

Desde el Colegio Niño Jesús de Valladolid, comenzamos este curso con mucha ilusión y nuevos cambios. Nuestro carisma y nuestra inversión en innovación pedagógica son dos conceptos que nos distinguen de otros colegios, y   a la vez favorecen la evolución hacia la calidad de la educación que ofrecemos. 

Es cierto que nuestro interés es ir evolucionando hacia el maestro constructor pero somos conscientes de las dificultades que esto genera. Elaborar el material es una metodología muy valiosa, pero  los recursos económicos, personales y ambientales condicionan esta modalidad de trabajo. Todo cambio conlleva un largo proceso donde los cabos tienen que estar muy bien atados porque lo que está en juego es la educación de los alumnos.

Tenemos muy presente que los libros de texto tienen que ser una ayuda dentro de la clase no un único recurso.Tal y como dijo Einstein “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Además el uso de libro es un elemento que genera una innecesaria y molesta presión por “terminarlo”, cuando el temario se puede haber tratado a fondo de otras muchas maneras más provechosas. A lo largo de un curso nos enfrentamos también a que muchas veces es académicamente imposible finalizar algunos temas de los libros, bien por falta de tiempo, por nivel de la clase, prioridad en la selección de los temas imprevistos que surgen a lo largo del curso, etc…

Todas las leyes educativas hablan sobre adecuar los objetivos, los contenidos, los recursos…a las necesidades e intereses de nuestros alumnos.  Sin embargo, los  libros de texto no siempre aciertan en  acercarse a esa realidad por lo que es el maestro quien debe adecuar estos materiales para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es decir, comprar un libro de texto es igual que comprar un guante de la talla 5.Tenemos que conseguir que todos los niños lo utilicen independientemente de la talla que tengan. Por ejemplo, habrá niños que necesiten un guante más pequeño porque tienen una talla 4 y habrá niños que necesiten un guante más grande porque tienen una talla 6. Como maestros tenemos que conseguir que ese guante de la talla 5 (libro de texto) entre de la misma manera en una mano más pequeña o más grande. Por lo tanto, los libros no se ajustan del todo tampoco a la realidad del aula, aunque puedan ser un referente curricular importante. 



Tampoco los libros se ajustan completamente a la realidad del centro. La planificación general anual de un centro educativo no está elaborada por editoriales ni leyes educativas, aunque se ajusta a la legislación vigente. 

Probablemente sea mejor en muchos casos  elaborar el propio material que comprar libros de texto cada año, pero seguramente el resultado no sea proporcional al tiempo empleado por el profesorado. Además, las dotaciones económicas y los horarios de trabajo de los profesores no permiten actualmente que el profesor pueda elaborar todo el material de aula que considera necesario, acudiendo entonces, a los libros de texto y al poco material que pueda elaborar. Pero, “¡Vives como un maestro! ¡Tienes tiempo para todo!” forma parte de otro capítulo…

5 de septiembre de 2015

EMPEZAR DE NUEVO


Volver al curso no es volver. No es volver a la rutina de siempre, con las mismas tareas de siempre, las mismas obligaciones, las mismas dificultades, las mismas alegrías una y otra vez repetidas.

Volver es empezar de nuevo. Es crecer. Es descubrir nuevos mundos. Fijar la mirada en otro horizonte que se ha ido descubriendo al hilo del verano.

Volver supone para los niños este pequeño cosquilleo en el estómago que abarca desde la incertidumbre sobre los cambios (¿Cómo será mi nuevo Profe? ¿Habrán cambiado mis compañeros? ¿Y mi aula? ¿Es muy difícil este nuevo curso? ¿Y después de este Cole, qué?) hasta la ilusión más genuina por estar juntos de nuevo, estrenar mochilas y estuches, descubrir el lema de Valores de este curso o el horario de Educación Física, averiguar ya cuáles serán el día, el tema y la canción de la Fiesta de Navidad…

Volver para un educador/a supone unos cuantos retos: hacerse con el nuevo grupo, los nuevos horarios, los cambios de programa (los de la LOMCE, por ejemplo), trabajar con otros, empezar nuevos proyectos… Es, siendo digno/a de la confianza depositada, aliar el rigor profesional con la implicación personal para ante todo conseguir transmitir, a la par de los contenidos, algo de la esencia, algo de la llama, algo del sentido y de la ilusión por la Vida.

Volver es Vivir.

Al abrir la primera página en blanco del curso 2015/16, Profesores, Hermanas y Personal del Colegio Niño Jesús nos sentimos emocionados por esta oportunidad renovada de dedicarnos a lo nuestro, a enseñar y educar, a acompañar los pasos de nuestros alumnos/as, sus búsquedas, sus descubrimientos, sus logros.

Algunas convicciones nos animan en este camino:

·         Nuestro Carisma, un regalo

Desde sus inicios en España, la Congregación del Niño Jesús, con la Hermana Noël, la Hermana Magdalena y la Hermana del Rosario, quiso arraigar y difundir su Carisma de simplicidad, acogida, confianza, haciendo realidad el lema de nuestro escudo: “Sed como este pequeño”. 







El Niño de Belén es a quién acogemos, cada mañana, cuando abrimos las puertas del Colegio. Al Niño de Belén queremos parecernos viviendo desde la sencillez, la capacidad de maravillarnos, la ternura, la esperanza.

Ese espíritu  nos llevó, hace  ya más de 30 años, a acoger a nuestros primeros alumnos/as con dificultades de audición, con una progresiva especialización que ha hecho de nuestro centro un referente en integración, con todo el enriquecimiento que ello conlleva para tod@s.

·         Un equipo unido, formado e innovador

Como bien proclama nuestro lema, “Los edificios no educan, educamos las personas”. El tamaño reducido de nuestro Claustro, la amplia y variada formación y experiencia de los profesores, su arraigo en nuestro estilo educativo son nuestro mayor tesoro. 



Pasión por los niños/as y por su profesión, implicación personal, capacidad de diálogo, trabajo en equipo, curiosidad por experimentar y aprender, son las cualidades que han de seguir definiendo nuestra tarea cotidiana.

Este año nos lanzamos a la aventura de implantar un nuevo método de matemáticas, experimentaremos con “arts and crafts”, llevaremos a cabo un proyecto de interacción con nuestro entorno social… La ilusión es nuestro motor, así como el deseo de brindar a los niños experiencias auténticas,  variadas y enriquecedoras.

·         El Colegio somos tod@s

Ninguna labor educativa es posible si no colaboran, desde una voluntad de sinergia y armonía, todas las personas que están en contacto con los niños/as.

El Colegio es NUESTRO. De las Hermanas, de los Profesores, de los Niños/as, de Padres y Madres, Abuelos/as, Antiguos/as Alumnos/as, de los Empleados/as…

NOSOTROS hacemos juntos de este lugar un lugar para vivir, un lugar para aprender, madurar, compartir alegrías y penas, un lugar también para encontrarnos con Dios, un lugar que sea un hogar.



Si los niños/as son el centro de nuestra atención, las Familias son las primeras que permiten que el espíritu y los valores, al encontrar un eco positivo y un refuerzo en casa, sean vividos y transmitidos.

Todas las personas que trabajan en el Colegio participan también de la labor educativa aportando su profesionalidad y su calidad y calidez personal.

·         Convivir en un Centro pequeño, un lujo

El tamaño familiar de nuestro Centro permite que cada niño sea tratado y valorado día tras día como la persona única e irrepetible. A la vez, la convivencia fraterna y alegre de niños/as de todos los horizontes sociales, culturales, familiares,  siempre ha sido una de nuestras características y sigue siendo un punto de anclaje muy firme para nuestra labor educativa cotidiana.


Convivir supone aprender a situarse en la sociedad, en el mundo y requiere mirar, escuchar, entregar, renunciar, aceptar límites, respetar, aportar, ceder, enriquecerse…

·         Las normas, una necesidad

Una vida común armoniosa requiere de una reglas de funcionamiento conocidas, aceptadas y respetadas por tod@s. Normas firmes y un marco organizativo flexible y reactivo son elementos importantes para lograr los objetivos de aprendizaje tanto puramente académicos como sociales.

Resulta muy productiva y eficaz la colaboración de los niños/as, a medida que vayan creciendo, en el establecimiento de ciertas normas del aula, en el control de su cumplimiento, en la evaluación de sus beneficios. ¡No es raro que nos sorprendan por su austeridad y nivel de exigencia!



·         La alegría también educa: una visión positiva de lo escolar

Conseguir un clima escolar relajado donde cada niño/a se encuentre a gusto y pueda enfrentarse alegre y confiado a la tarea de aprender es un reto cada día. Supone ofrecer cariño auténtico, atención a cada uno/a, habilidades de observación, escucha, mediación, supone sobre todo haber conservado una mirada y un corazón de niño/a, capaz de ponerse en su lugar, y siempre dispuesto a maravillarse, ilusionarse, reír, cantar. Un corazón alegre, espontáneo, abierto a las sorpresas, al cambio.

En esta tarea no estamos solos. Sabemos que estamos en manos de “Quién sabemos nos ama” como dice Santa Teresa. Juntos, sostenidos por el Padre del Cielo, que quiere con locura a cada uno de estos pequeños/as que son la semilla del Reino, emprendemos esta andadura 2015/16.


¡Feliz curso!