18 de octubre de 2015

¿Y QUÉ ES ESO A LO QUE LLAMAMOS INTELIGENCIA?

Las inteligencias poco capaces se interesan en lo extraordinario; 
las inteligencias poderosas en las cosas ordinarias.
Elbert Hubbard (1856-1915) Ensayista estadounidense
  

El estudio de la inteligencia humana ha sido y es uno de los aspectos que más ha interesado a la psicología, pedagogía y educación desde principios del siglo XX.

Neuropsicólogos, sociólogos, psiquiatras, genetistas, pedagogos, antropólogos, primatólogos entre otros se han ocupado de la inteligencia desde distintas perspectivas.

Y a nosotros, familias y educadores ¿En qué medida nos interesa “eso, a lo que llamamos inteligencia”?

Toma unos minutos y reflexiona ¿Qué es para ti ser inteligente?

Con seguridad aparecerán términos como resolver, aprender, recordar, utilizar el conocimiento, adaptarse, comprender, abstraer, superar obstáculos, razonar, aprender de la experiencia, comparar, pensar, leer, escribir, componer, descubrir, crear, inventar…

En este post, no vamos a tratar de daros respuestas sino de generar preguntas.

¿Es la inteligencia una capacidad general o el conjunto de varios factores o habilidades específicas? Si fuese así, ¿de qué factores hablamos? ¿Tienen alguna relación entre ellos?

Hablemos de algunas de estas habilidades. Daniel Tammet posee una memoria increíble, es capaz de resolver operaciones muy complejas, recordar gran cantidad de datos y sabe más de diez idiomas. Isabel Allende, periodista y escritora, con 20 libros traducidos a 35 idiomas. Stephen Wiltshire, diagnosticado de autismo a los tres años y funcionalmente mudo hasta los cinco, es capaz de recordar y dibujar una ciudad, tan sólo habiéndolo visto una sola vez desde el aire en helicóptero. ¿Qué hace que un niño de cuatro años que apenas llega a los pedales del piano, sea un prodigio musical? Aunque no fue un estudiante brillante, Mahatma Gandhi, abogado, pensador y político hinduista; reclamó e influyó en la independencia de la India, instauró formas de lucha social pacífica, luchó por los derechos de las castas más bajas, se convirtió en un referente mundial de lucha y valores humanos. Jane Goodall, zoóloga y antropóloga británica, realizó numerosas investigaciones sobre los primates en libertad, activista sobre los derechos de los animales. Afirma  -“Si somos la especie más inteligente del planeta, ¿cómo es posible que lo estemos destruyendo?”

He aquí algunos sencillos ejemplos de personas que han destacado o destacan en uno o varios aspectos de la inteligencia.

Pero ¿es esto inteligencia o sólo alguna manifestación de la inteligencia?

Charles Spearman –investigador- plantea que existe una inteligencia general (a la que se denomina factor g), mientras otros investigadores –Thurstone, Gardner- defienden la existencia de capacidades específicas.

¿Qué pensamos nosotros? ¿Cuándo consideramos a una persona inteligente?

Valoremos cuál es nuestra actitud ante estos dos hechos: 

1- La profesora de nuestra hija nos dice que ha hecho un examen de matemáticas o lengua pésimo, muy por debajo del nivel de la clase. 

2- El profesor de nuestra hija nos comenta que tiene dificultades para relacionarse en el patio con sus compañeros, para trabajar en grupo, para resolver conflictos. ¿Qué grado de preocupación causaría en nosotros cada uno de estos hechos y por qué?

¿Quién es más inteligente, el alumno o alumna brillante en matemáticas o aquel que sabe resolver distintas situaciones de forma fluida por sí mismo? ¿Son dos aspectos distintos de la inteligencia?


Aún podríamos preguntarnos más: ¿La inteligencia cambia o permanece estable a lo largo de la vida? ¿Es algo innato (“con lo que se nace”) o adquirido? ¿El éxito académico predice el éxito profesional y, en general, en la vida? ¿Se puede medir la inteligencia? ¿Es fiable esta medida?

Sabemos que el nivel intelectual se relaciona directa e intensamente con el rendimiento en contextos sociales, económicos, ocupacionales, y educativos.  Esto es, el ambiente, la estimulación influyen de forma evidente en el desarrollo intelectual de las personas, si bien existen unas capacidades innatas que favorecerán o no el desarrollo de distintos aspectos de la inteligencia.

Pongamos un símil que nos ayude a comprenderlo. Imaginemos que al mejor tallador del mundo, que posee las mejores herramientas y condiciones para tallar, le dan distintos materiales: barro, mármol, madera, plástico, piedra, yeso; y se dispone a realizar con esmero la mejor obra posible. De cada uno de estos materiales, obtendrá obras muy distintas.  Estos materiales serían las “capacidades innatas” de cada individuo, mientras que las herramientas representarían las “condiciones ambientales”.

Sabemos también que un alto nivel de inteligencia supone una ventaja en la vida cotidiana, dado que la mayoría de las actividades diarias requieren algún tipo de razonamiento y toma de decisiones. Por el contrario, una baja inteligencia supone una desventaja, especialmente en ambientes desorganizados. No obstante un alto CI no garantiza el éxito en la vida y un bajo CI no garantiza el fracaso.

Los tests de inteligencia actualmente disponibles no exploran todas las formas posibles de inteligencia ya que no miden variables decisivas para el éxito o fracaso  como son, por citar algunos ejemplos las variables motivacionales, actitudinales o de personalidad del individuo.



Con todo esto contamos, las maestras y maestros.

-  Contamos con distintos materiales (capacidades innatas) de cada niño, de cada niña.

-  Contamos con distintos contextos sociales, económicos, ocupacionales.

- Contamos con alumnado con distintas características afectivas, personales, sociales, temperamentales, motivacionales; que van a condicionar su aprendizaje.

- Contamos con nuestra formación, con nuestra experiencia, con nuestro entusiasmo, con nuestro trabajo en equipo, con nuestra vocación de docentes.

- Y con vuestro permiso, contamos y con mayúsculas con aquellas FAMILIAS que de forma incondicional os embarcáis en esta aventura de sacar de vuestros hijas e hijos lo mejor de sí mismos; con aquellas familias que “nos saben utilizar” como brújula y como mapa (GPS ahora) que indique el camino en momentos de duda.


Es en este camino, cuando nos planteamos cómo estimular de la manera más eficiente las capacidades de cada uno de nuestros alumnos y alumnas.

Es en este camino, cuando nos planteamos utilizar las FORTALEZAS de cada uno y potenciarlas, tener en cuenta las DEBILIDADES para superarlas o paliarlas, analizar las AMENAZAS (dificultades con las que se encuentran) para allanar el camino, analizar las OPORTUNIDADES de cada persona para no dejarlas escapar.

Te proponemos que hagas otro pequeño ejercicio. Haz un análisis de las Fortalezas, Debilidades, Amenazas y Oportunidades de tus hijos e hijas. Plantéate después qué puedes hacer para promover cambios.


PUNTOS FUERTES
PUNTOS DÉBILES
DE ORIGEN INTERNO
FORTALEZAS
DEBILIDADES
DE ORIGEN EXTERNO
OPORTUNIDADES
AMENAZAS

Nos gustaría que observaseis este modelo. Gennet Corcuera es una persona sordociega, tiene por ello más amenazas que otras personas ¿Qué hace que se supere y llegue a conseguir sus metas? ¿Cómo ha aprovechado sus oportunidades?

Esta es una de nuestras misiones en la escuela, aumentar las oportunidades.


En el próximo post, te hablaremos de las inteligencias múltiples y de cómo favorecer cada una de ellas en el ámbito familiar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario